Familia Tipo
De Cecilia Priego
“Todas las familias felices se parecen entre sí, las infelices son desgraciadas en su propia manera”. Así comienza el escritor ruso Leon Tolstoi su novela Ana Karenina. Coincidentemente uno puede decir que no hay películas documentales sobre familias felices pero que las películas que cuentan desgracias familiares son todas distintas entre sí.
El documental familiar es un género muy extendido en los últimos años. La explosión de cámaras de uso individual, que comenzó tímidamente con las super 8 en la década del 60 y culminó en la revolución digital actual en la cual hasta un teléfono puede registrar algunos minutos de alta definición, permitió que cada persona sea un cineasta en potencia. Y demostró que las historias familiares registradas en diversos tipos de soporte podían ser el material con el cual crear películas apasionantes. El ejemplo más acabado de este género es la desoladora Tarnation (Jonathan Caouette, 2003), en donde el director utiliza décadas de registros familiares que van desde filmaciones en Super 8, VHS y fotografías hasta mensajes en el contestador telefónico para describir la ordalía familiar que implica tener una madre esquizofrénica.
Familia tipo, menos al límite pero con la fascinación de encontrar oscuridad y misterio en las conductas aparentemente más convencionales, recorre la historia de la familia de su directora, Cecilia Priego. Su padre, Fernando Priego dejó su España natal en 1962 para venir a la Argentina. Siete años después, en Buenos Aires, conoce a la que sería su mujer y madre de sus dos hijos.
Cuando Cecilia Priego tenía alrededor de veinte años, atendió un llamado telefónico en su hogar. Una tal Belén, con acento español, llamaba a su casa preguntando por Fernando Priego. Se abría una puerta hacia el abismo. Lo que revelaba el llamado era que Fernando, al venirse a la Argentina en 1962 y no retornar, había abandonado una familia en España. Y no solo eso, sino que a lo largo de todos esos años, lo había mantenido en secreto a sus hijos argentinos. La madre de Cecilia participaba de esa conspiración de silencio, avalando el secreto.
A partir de ese momento, la familia tuvo que convivir con ese conflicto y con el fantasma de la hija abandonada. Una visita a Buenos Aires de Belén no terminó de encarrilar las cosas. El padre no pone el menor empeño en validar esa intromisión del pasado y apuesta nuevamente al olvido. Pero el cristal se había roto para siempre. Como dice el hermano de Cecilia: “Uno veía una película con papá en la cual un padre abandona a un hijo y se pregunta: ‘¿Y este tipo en qué está pensando ahora?’”,
Para exorcizar los demonios del pasado, Cecilia Priego, la hija, se convierte en Cecilia Priego, la cineasta. La excusa de la película le permite sentarse frente a sus dos padres, enfrentarlos con los hechos y pedir una explicación. Y ante el notorio fracaso (la madre le dice: “Hay cosas que existen y no te perturban”) decide encarar los hechos por su propia cuenta. Lo que quedaba era viajar a España y averiguar las raíces del silencio. Allí se lanzan Cecilia y su hermano (y el equipo de filmación) y lo que encuentran son historias extraordinarias relacionadas con la Guerra Civil, el elemento traumático por excelencia de la historia española. El padre, victimario de un abandono, resulta haber sido víctima, mediante muerte y exilio, del abandono de sus progenitores. El desgarro de un país se expresa a través de millones de pequeños desgarros: uno de ellos es el de Fernando Priego.
Es imposible resumir la cantidad de pequeñas y grandes anécdotas que la película cuenta (los ataques de pánico a los siete años, el simbólico corte de la lengua de Cecilia cuando era pequeña, la foto de Belén que Cecilia interpretaba como que era de ella misma, el ultimo encuentro de Fernando con su padre en un cruce de carreteras mientras el ejército republicano se repliega, y tantas otras). Más allá de su magnifica potencia narrativa, queda el contundente gesto personal: romper el juego de cajas chinas de abandonos familiares con una película.
La hermosa última secuencia la muestra a Cecilia, en la terraza de su casa, acompañada de su hija, tendiendo fotos al sol. El pasado, que siempre retorna, queda al aire libre, a la vista de todos, com parte de la construcción del futuro, en armonía, sin secretos.
Familia tipo
2009, 75’
Dirección: Cecilia Priego
Guión: Cecilia Priego, Blas Eloy Martínez
Fotografía: Iván Gierasinchuck, Germán Drexler
Edición: Miguel Colombo, Carolina Cappa, Cecilia Priego
Música: Daniel Drexler, Juan Orozco
Producción: Blas Eloy Martínez
Próximos documentales:
Sábado 15/8. 18:00 horas. Familia tipo de Cecilia Prego
Sábado 22/8. 18:00 horas. La quimera de los héroes de Daniel Rosenfeld
Entrada: Gratis con la entrada a Margen del Mundo.
Reservas: info@margendelmundo.com.ar
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