En el marco de la feria de Leer y Comer, se nos ocurrió acercarnos al mundo del vino con una actividad diferente y divertida. “Vinos, vinilos y textos” al aire libre en las terrazas de Margen del Mundo.
Guile Carnevali, sommelier y director de “Soma Vinos” presentó una cata de seis vinos maridados con seis temas en vinilo, y Diego Bigongiari, autor y editor de Guia Austral Spectator leyó unos textos de su autoría.
Los vinos de la Distribuidora Soma Vinos fueron:
- Serbal, Sauvignon Blanc
- Finca Sophenia, Reserve Viognier
- Doña Silvina, Rose
- Tempus, Pleno
- Pascual Toso, Alta reserve Malbec
- Atamisque, Assemblage
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Consultados sobre la “locura” del kirchnerismo -exacerbada en los últimos días por los debates en torno al traspaso de poder-, Leuco sostuvo que la presidente padece una especie de “síndrome de abstinencia” porque “vuelve a ser una ciudadana rasa”. “Cuando uno habla con los ministros, todos cuentan que está incontrolable, que no puede resolver situaciones mínimas y atenta contra sí misma”. Sin embargo, más allá de la dimensión “psicológica”, Leuco apuntó a cierta “locura política”.
Para Roberts, si bien “hay un cosa patológica”, detrás de los desplantes de Kirchner “hay una estategia de embarrar la cancha: quiere ganarse la primera página de mañana, quiere ser la líder opositora, mostrar que no es el pato rengo”.
Fontevecchia sostuvo que si bien “hay un problema de tipo personal”, “la locura no es sólo ella, la locura es argentina: un país que le hizo guerra a la OTAN, que tenía un general borracho, un presidente que decía ‘la Ferrari es mía, mía, mía’… El kirchnerismo es apenas una consecuencia de la locura de 2002”. Así, la cuestión “no es que ella esté loca, sino que a la gente le guste que esté loca”. Del mismo modo, “también es loco tener un presidente de un partido que se fundó hace 10 años. Puede salir muy bien, pero es riesgoso”.
Leuco, en cambio, sostuvo que “el final no depende de CFK, sino que el cierre de un proceso recién va a acontecer si el gobierno de Macri es exitoso y soluciona los problemas y respeta las instituciones. Hasta que un gobierno no peronista o no populista no sea exitoso, no termina de cerrar el ciclo del populismo”.
Leuco agregó que “no leyó teoría política, no conoce a los presidentes o autores de la historia. No sabe quién es Fanon, y eso genera desconfianza”, pero reconoció que en las tres grandes decisiones que tomó “fue en contra del sentido común y no se equivocó”.
González señaló que el nuevo presidente enfrenta el desafío de eludir el personalismo -que malogró a presidentes argentinos de Yrigoyen a Perón, de Alfonsín a Menem, y por supuesto Néstor y Cristina-. Además, sostuvo que deberá corregir el “deslumbramiento” que ha tenido con los medios grandes, “como le sucedió a Menem, a De la Rúa y a Kirchner en sus primeros tiempos”, y “restaurar el ida y vuelta con el periodismo”.
