HÁGALO USTED MISMO. Los Agentes de Néstor y Cristina.
“Clarín miente” es el slogan de Sergio Szpolski y del Gobierno para responder a la información publicada en “Los agentes de Néstor y Cristina”. Por eso, por un rato, conviértase en investigador periodístico, mediante algunas claves que hay aquí para acceder a sitios Web en Internet, donde podrá ver cómo Szpolski niega ser el dueño de sus empresas, en la Justicia, para evitar pagar a un empleado despedido; cómo Szpolski evade los aportes de la seguridad social, en el sitio de AFIP; cómo entrega cientos de cheques sin fondo, en la Central de Deudores del Banco Central. ¡Hágalo usted mismo!
El slogan del Gobierno para responder a la información conflictiva publicada en Clarín o emitida en Canal 13, Radio Mitre y TN es desde 2008 “Clarín miente”. Por eso, propongo que hagamos un juego: por un rato, conviértase en investigador periodístico, mediante algunas claves que le voy a dar para que acceda a sitios Web en Internet, donde hay mucha de la información que volqué en el libro “Los agentes de Néstor y Cristina”.
Si además después quiere apagar la computadora y hacer un pequeño viaje hacia el microcentro porteño, también le propongo ir hasta la sede del Boletín Oficial y de la Inspección General de Justicia, donde podrá solicitar los registros de cada una de las empresas que conforman el Grupo Veintitrés, donde figuran sus directivos, previo pago de un módico importe por las fotocopias que le darán con esa información.
También puede ir hasta las sedes de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) y Poder Ciudadano, para los datos más antiguos de publicidad oficial y poder saber cuánto recibían antes los medios de Szpolski y Garfunkel, así como Canal 9 cuando no emitía los programas de Gvirtz.
Comencemos.
Los expedientes del juicio en el que Szpolski negó ser uno de los dueños de Grupo Veintitrés están en:
http://consultas.pjn.gov.ar/consultas/laboral/mostrarpdf.php?causa=1719&ano=2011&pass=&desp=tj14dv291721.pdf&juzgado=14
Es en la causa entablada por quien fue uno de los principales vendedores de Grupo Veintitrés, Víctor Azar Tenekedjian, contra Szpolski y Comunidad Virtual.
Allí la jueza Silvia Garzini afirmó que Szpolski “niega ser el titular, dueño o controlante” de sus empresas, pese a lo cual impuso el pago de $251.167 a Comunidad Virtual, ya que la jueza pudo comprobar que Tenekedjian fue despedido de una de las empresas del grupo, en enero de 2010.
Los datos de los directivos que actúan como cabeza de las empresas de Szpolski y Garfunkel surgen del Boletín Oficial. Para acceder a ellos, hay que apagar la computadora e ir hasta la sede del organismo, en Suipacha 767, de Capital Federal, primer piso.
En ese lugar hay que pedir las fotocopias con todas las modificaciones que hubo en cada una de las empresas de Grupo Veintitrés: Balkbrug, Comunidad Virtual, Desup, LPDM, Manfla, Milke, Radiodifusora Buenos Aires, Ratney Corp, Soluciones Logísticas, Telcorad, Ultrakem y Wind West; así como las de Infofin, Conurbano Online, Manucorp y Perio Mundo, que fueron transferidas recientemente; Poligráfica del Plata, en proceso de quiebra; y Comunicación Grupo Tres, quebrada por Szpolski.
Allí aparecen como presidentes y directores de todas las empresas de Grupo Veintitrés, entre otros, la secretaria Patricia Prinos, el ex chofer Ricardo Pace, la hermana Elke Szpolski, el principal prestanombre Roberto Flores, su esposa Vanina Gutiérrez, el jubilado Osvaldo Cerolini, los hombres de Matías Garfunkel (Alberto Morini y Julio Montenegro), el administrativo Diego Saraceni y Manuel Menéndez (tío del prestamista de Szpolski y auditor general Javier Fernández).
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Pero hay otro tema impactante y es que usted vea con sus propios ojos la enorme lista de cheques sin fondos que emitieron las distintas empresas de Grupo Veintitrés. Es que pese al repudio social que le significó la condena del Tribunal de Ética de la AMIA, Szpolski profundizó la veta oscura en sus negocios a través del multimedio que creó en la década kirchnerista.
Cuando Szpolski lanzó al mercado Tiempo Argentino lo imprimió en Perfil, pero de un día para el otro se fue y le dejó una deuda de más de $2 millones, en forma de 50 cheques sin fondos, como los que acostumbran entregar los directivos de sus empresas. Solo a fines de 2013 Perfil logró firmar un acuerdo para que regularizara su deuda.
También le dio cheques sin fondo a Kollor Press, que le imprimía a Grupo Veintitrés, por un total de $1,5 millón: fue necesaria la intervención de abogados para poder cobrarle esa deuda.
En menor escala de dinero, lo mismo hizo con empleados y periodistas, que le preguntaban por qué emitía cheques sin fondos, a pesar de saber que tenía el dinero. Szpolski respondía: “Es que no me gusta pagar”.
El Grupo Veintitrés emitió 498 cheques sin fondos, que no pagó, por casi $10 millones, entre marzo de 2009 y mayo de 2013, según la información de la Central de Deudores del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Además, le debían $56,1 millones a cuatro bancos, encabezados por el Macro, del empresario Jorge Brito, íntimo de Szpolski y del vicepresidente Amado Boudou.
La información es de acceso público.
Si entra al sitio www.bcra.gob.ar, a la derecha hay una solapa que se llama “Central de Información”, donde se encuentra la “Consulta por CUIT”. Al ingresar, hay que cliquear en “Acceder a la consulta aquí” y poner el CUIT de cada empresa de Grupo Veintitrés, con el código que muestra la pantalla, para ver cuántos cheques no se pagaron, el número, monto y fecha de cada uno. También, el motivo por el cual no se pagaron –sin fondos o por defectos formales-, si se pagó la multa y si se canceló el pago de algunos cheques, con su fecha respectiva.
Otra información que aparece allí es la deuda que tienen esas empresas con cada uno de los bancos mencionados por su nombre; pero no la identidad de las entidades bancarias a los que pertenecen los cheques rechazados. Es un trabajo tedioso, pero vale la pena, porque muestra el nivel de impunidad de Szpolski y su grupo de empresas.
El caso más interesante es el de Infofin, ya que es muy claro respecto a la perspectiva de vaciamiento de la empresa que editó el diario en papel Diagonales –de La Plata- y luego fue transferida a uno de sus empleados.
Cuando cerró la versión en papel de Diagonales, se reestructuró la empresa e inició un proceso de retiros voluntarios, en el cual emitió gran cantidad de cheques que no pagó. Tiene el CUIT N° 30709568813. Al ingresar al sitio del BCRA, en noviembre de 2014, tenía 59 cheques rechazados impagos, por $2.276.000. Al 30 de julio de 2015 tenía 58 impagos, por $2.275.000.
Unos años antes, Infofin tenía 136 cheques rechazados, por $3.489.000, desde el 2 de agosto de 2010, cuando no pagó uno de $1.290, hasta el 13 de diciembre de 2012, cuando rechazó otro por $720. Y un año antes, Infofin tenía 62 cheques rechazados, por $2.261.000, de los cuales había pagado 14 ($58.000); mientras tenía deudas bancarias por $147.000.
Es decir, que en un año esta empresa duplicó –y un poco más- la cantidad de cheques rechazados, aunque al haber pagado la mitad de ellos, mantuvo la cantidad de plata en cheques rechazados en valores similares a los de mayo de 2012.
Otro caso interesante surge al clickear debajo de todo “Nueva Consulta” y poner el CUIT N° 30709063800 de la empresa Comunidad Virtual -edita el diario Tiempo Argentino y el sitio Web Infonews-. Cuando lo hice, el 3 de noviembre de 2014, tenía 146 cheques rechazados sin fondos por $ 2.553.000, entre el 23 de octubre de 2010 y el 15 de octubre de 2014. La empresa pagó algunas multas por esos cheques, pero sólo abonó 25 de ellos, por $ 913.000.
El 30 de julio de 2015 tenía 400 cheques rechazados, hasta el 26 de marzo de este año, por $ 7.945.000, de los cuales abonó 227, por $ 5.600.000, quedando sin pagar 173 cheques por $ 2.345.000.
Dos años antes, en junio de 2013, esa misma empresa tenía 172 cheques rechazados sin fondos por $1.629.000 y tres con defectos formales por $148.000, entre el 11 de septiembre de 2008, cuando no pagó un cheque de $4.000, y el 15 de mayo de 2013, cuando no pagó otro por $49.185. Ahí la empresa pagó todas las multas, pero solo abonó 38 cheques, por el 19 % del total adeudado.
En junio de 2013 Comunidad Virtual había tomado préstamos por $11,71 millones, de los bancos Mariva ($5,31 millones), Macro ($5,3 millones), Provincia de Buenos Aires ($0,67 millón) y Credicoop ($0,43 millón). De esos cuatro bancos, el Central informó que uno de ellos concentraba casi todos los cheques rechazados sin fondos–una fuente confió que era el Macro-.
Pese al aumento en los montos adeudados por cheques rechazados, los bancos aumentaron sus créditos a Comunidad Virtual, hasta $ 20,22 millones, a noviembre de 2014: el Macro pasó a $ 13,32 millones y el Mariva a $ 6,85 millones; mientras que el Credicoop redujo sus préstamos a $ 52.000 y se cancelaron las deudas con el Banco Provincia.
Otras empresas que también usa Grupo Veintitrés para editar Tiempo Argentino y para el sitio Infonews son Ultrakem (CUIT N° 30711076340) y Wind West (CUIT N° 30709223794), que emitieron 10 cheques impagos, por $87.000, y 73 cheques impagos, por $1.765.000, respectivamente, hasta junio de 2013.
En noviembre de 2014, Ultrakem tenía 22 cheques rechazados, de los que había pagado la mitad, y había aumentado el monto de cheques impagos a $ 107.000; mientras que el 30 de julio de 2015 tenía 43 rechazados, hasta el 18 de marzo de ese año, de los cuales 12 quedaron impagos por $ 126.000.
Wind West había bajado a 22 cheques impagos, por $ 210.000, en noviembre de 2014. Y el 30 de julio de 2015 tenía 18 impagos, por $ 187.000.
Wind West edita el gratuito El Argentino, pero en las planillas de publicidad oficial figura como editora Balkbrug, cuyo CUIT es el N° 30711051968. En junio de 2013 tenía 20 cheques sin fondos e impagos, por $1.060.000. Después, en noviembre de 2014 tenía 41 cheques sin fondos e impagos por $ 1.582.000. A esa fecha, pese al incremento en la cantidad de cheques rechazados e impagos de Balkbrug, los bancos le habían prestado $ 18,86 millones.
Al 30 de julio de 2015, Balkbrug había entregado 451 cheques sin fondos, por $ 14.112.000, de los que pagó 380, por $ 12.215.000. Es decir, que le quedaban 71 cheques impagos, por $ 1.897.000.
La empresa Milke, cuyo N° de CUIT es 33709735549, tenía 69 cheques impagos al 3 de noviembre de 2014, más del doble de los 36 cheques rechazados impagos al 3 de junio de 2013. Esta sociedad anónima edita las revistas Cielos Argentinos y las versiones locales de Forbes, LonelyPlanet, Golf Digest, Newsweek y Auto Bild. Estas últimas cerraron entre octubre de 2014 y marzo de 2015, así que al 30 de julio de 2015 habían 81 cheques impagos, por $ 1.538.000.
En junio de 2013, la editora de Miradas al Sur, Perio Mundo (CUIT N° 30709973211), tenía 26 cheques impagos, por $114.000. Pero un año y cinco meses después aumentó a 38 impagos, por $2.965.000. Este dominical se vendió a una de las cooperativas del Movimiento Evita a fines de 2014 y bajó la cantidad de cheques impagos a 21, por $ 372.000.
La empresa Manfla, editora de la revista 7Días, tenía 14 cheques rechazados por $150.000, en 2013. Su CUIT es el N° 30709973149. En noviembre de 2014, bajó a 11, pero aumentó el monto a $ 543.000. Y al 30 de julio de 2015 aumentó a 31 cheques impagos, por $ 712.000.
Manucorp, editora de la revista Veintitrés, tenía 22 cheques impagos, por $110.000 (CUIT N° 30709668028), en 2013. Al año siguiente, antes de ser vendida al Grupo Olmos, tenía 49 cheques impagos, por $ 782.000. Y en julio de 2015 tenía 47 impagos, por $ 791.000.
La empresa Soluciones Logísticas (CUIT N° 30696083262), a cargo de la cadena de noticias CN23, tenía 23 cheques impagos, por $245.000 en 2013. A noviembre de 2014 registraba 59 impagos, por $1.393.000. Y el 30 de julio de 2015 tenía 67 impagos, por $ 1.498.000.
Otra de las que no pagó los cheques emitidos fue Desup (CUIT N° 30595035054), la titular de la licencia de Radio América, que registró 30 cheques rechazados, desde el 27 de abril de 2009, cuando no pagó un cheque por $75.249, hasta el 22 de febrero de 2012, cuando no pagó otro por $2.105. De esos 30 cheques rechazados, solo pagó el 9 %, por $22.000. Pero la emisora radial tenía casos que podríamos calificar de bizarros, como un cheque por $296 del 1 de febrero de 2011 que pagó recién el 26 de junio de 2012.
Pese a ello, la empresa Desup tenía deudas por $4,1 millones, con cuatro bancos: Macro ($2,2 millones), Credicoop ($1,9 millón), Mariva ($300) y Santander Río ($1.000). Lo sorprendente fue que solo éste último lo calificó de incobrable, con categoría 5; mientras que en el resto tenía categoría 1, como si no tuviera ningún problema.
El BCRA no decía de qué bancos eran los cheques rechazados, pero informó que hubo 29 de un banco y uno de otro banco. No hay que ser muy perspicaz para saber a qué entidad correspondían esos 29 cheques voladores de Radio América; aunque había cierta mejora en la performance de Desup, respecto al año anterior, cuando tenía 76 cheques rechazados, por $724.000, y había pagado 47, por $296.000. Igual, en ese período incrementó sus deudas con los bancos, que pasaron de $2,1 millones a $4,1 millones.
A noviembre de 2014, Desup bajó a sólo 4 los cheques impagos, por $ 55.000; y siguió aumentando la deuda con los bancos, a $6.009.000. Pero en 2015 creció explosivamente la cantidad de cheques sin fondos de Desup, que pasó a 106 impagos, por $ 2.347.000.
El caso más sorprendente era el de Roberto Oscar Flores, presidente de Desup, titular de la licencia de Radio América, quien firmaba los cheques de varias empresas de Grupo Veintitrés, como Telcorad, Infofin, Comunidad Virtual, Manfla, Desup, Wind West y Poligráfica del Plata (CUIT N° 30661513426).
La imprenta Poligráfica es la que compró el grupo en 2011 y tenía 44 cheques rechazados, que no pagó en 2012, firmados por Flores, por $1.572.000. Al 3 de noviembre de 2014 esa imprenta ya tenía 74 cheques impagos, por $2.581.000 y había entrado en convocatoria de acreedores; y a mediados de diciembre le dejaron de pagar los sueldos a sus 60 empleados. Al 30 de julio de 2015 tenía la misma cantidad de cheques impagos, por el mismo monto, pero las deudas bancarias habían entrado en categoría 5, incobrable, en los bancos Macro, Galicia y Ciudad de Buenos Aires, por $ 336.000.
Sin embargo, al poner el CUIL de Roberto Oscar Flores (N° 20219540451), responsable de emitir esos cheques impagos de Poligráfica, surgía que tenía 323 cheques rechazados, de las empresas de Szpolski, por no tener fondos, y otros 4 por defectos formales. De ese total, había pagado 100 cheques, así que le quedaban 227 cheques impagos, por $6.161.530, entre noviembre de 2008 y abril de 2013.
Pero la situación empeoró hacia noviembre de 2014, cuando Flores tenía 619 rechazados, de los que había pagado 312, quedándole sin pagar la suma de $10.319.000. Y siguió emitiendo cheques voladores: el 30 de julio de 2015, Flores tenía 541 cheques impagos, por $ 13.998.000, de las empresas Windwest, Infofin, Manfla, Desup, Poligráfica del Plata, Telcorad, Manucorp, Comunidad Virtual, Balkbrug, Soluciones Logísticas, Gortem Express, Radiodifusora Buenos Aires y Milke.
Todos los cheques fueron entregados por esas empresas de Szpolski y firmados por Flores –aquellas que vendió o cedió Szpolski, como Infofin y Manucorp, contaron con cheques voladores de Flores antes de ser transferidas-. El último cheques volador de Flores fue rechazado el 1 de junio de 2015, por $ 42.000, que no pagó; pocos días antes, el 29 de mayo le rechazaron otros dos cheques, por $ 40.000, que tampoco pagó todavía.
Algo similar ocurría con Elke Szpolski, la hermana de Sergio, cuyo número de CUIL es el 27183850046. El 23 de julio de 2013 tenía 46 cheques rechazados de la empresa que preside, Milke, por falta de fondos, por $801.627. De ellos, había pagado 9, por $48.799. Y tenía otros dos cheques rechazados, por defectos formales, que fueron pagados.
A noviembre de 2014, Elke Szpolski tenía 34 cheques impagos, por $593.000, en el Banco Macro, pese a lo cual tenía categoría 1, para una deuda de $26.000. Y en julio de 2015 tenía la misma cantidad de cheques impagos, por la misma cifra. La deuda con el Macro había trepado a $ 35.000.
Parte de esta información, aunque resumida y con datos previos, sin incluir los números de CUIL y CUIT, la publiqué en diario Clarín, el 21 de junio de 2013, bajo el título “el grupo Szpolski-Garfunkel emitió cheques sin fondos por $10 millones” www.clarin.com/sociedad/Szpolski-Garfunkel-emitio-cheques-fondos-millones_0_941905878.html.
Lo sorprendente es que esta situación ya había sido advertida en otra nota similar publicada un año antes en Clarín, bajo el título “El grupo Szpolski libró cheques sin fondos por $7,7 millones”, el 12 de mayo de 2012. Allí sostenía que en los últimos años le rechazaron 1.244 cheques, de los cuales hasta esa fecha no había pagado $7,7 millones; aunque, en realidad, luego comprobé que la cifra exacta era de $7.582.000 www.clarin.com/politica/Szpolski-libro-cheques-fondos-millones_0_698930228.html.
En esa nota planteaba que “librar cheques sin fondos es un delito de defraudación, contemplado en el artículo 302 del Código Penal. Sin embargo, esas empresas siguen operando sus cuentas en el Banco Macro, donde figuran con la mejor calificación –categoría uno-, como si no tuvieran ningún problema”.
También hacía referencia a que entre todas las empresas del Grupo Veintitrés le debían al Banco Macro $31,5 millones. En esa época, la empresa editora del diario Tiempo Argentino y el sitio Infonews tenía 491 cheques rechazados, por $3,8 millones, de los cuales había pagado 341, por $2,57 millones; y le habían prestado $5,43 millones: el Macro $1,36 millón; Mariva $3,68 millones; y Credicoop $0,39 millón. Todavía no figuraba como acreedor el Banco Provincia de Buenos Aires, que luego le prestó $0,67 millón.
Pese a la cantidad de cheques rechazados e impagos, los bancos Macro, Meridian, Mariva y Credicoop le habían prestado a marzo de 2012 la suma de $ 43,59 millones, de los cuales el Macro le prestó $ 31,5 millones.
Es importante destacar que el Macro es del banquero Jorge Brito, donde el Gobierno tiene dos directores y el 30,9 % de las acciones, el mayor porcentaje de las empresas donde ANSES tiene participaciones accionarias; y que el dueño del Credicoop, el diputado Carlos Heller, es columnista permanente de economía los domingos en Tiempo Argentino.
Las sociedades anónimas que más debían en ese entonces del Grupo Veintitrés eran las que tenían menos cheques rechazados impagos. El grupo usaba esa ingeniería empresarial para endeudarse más, pese a que pertenecían al mismo grupo. Así, Perio Mundo, que edita Miradas al Sur, tenía en 2012 la mayor deuda con el Macro, de $ 9.449.000, pero solo registraba una deuda de cheques impagos por $ 115.000, que era la más baja del grupo.
Un año después, en mayo de 2013, Perio Mundo duplicó la deuda a $ 18.221.000 con el Macro, mientras que bajó la del Credicoop, de $140.900 a $93.200, cuando tenía 26 cheques impagos por $124.780. Está claro que cuando el Grupo Veintitrés vendió Miradas al Sur, también se desprendió de ese enorme pasivo, que quedó en manos de una de las cooperativas del kirchnerista Movimiento Evita.
Algo similar, respecto a la baja cantidad de cheques rechazados y la amplia deuda, sucedía con Manfla, la empresa editora de la revista 7Días, que a mayo de 2012 debía $10.777.000 y tenía 26 cheques impagos por $229.000; y un año después debía $8.901.000, con 14 cheques sin pagar, por $150.000.
Los bancos premiaron la actividad de Szpolski y Garfunkel: cada vez le prestaron más plata, pasando de una deuda de $43.591.000 en marzo de 2012, a $56.205.000 en el mismo mes de 2013 y $71.128.000 en noviembre de 2014, pese a que en ésta última fecha registraba 564 cheques impagos, por $15.720.000.
A principios de 2015 logré hablar con una fuente de Banco Macro, a quien le pregunté por qué permitían tal nivel de impunidad en el manejo de las cuentas de las empresas de Szpolski y Garfunkel. Su respuesta fue: “Szpolski paga todos los cheques al día siguiente de su vencimiento. Puede ocurrir que se atrase algunas veces en cubrir, pero siempre paga”.
Cheques a mayo, y deudas a marzo de 2012
Empresa Cheques rechazados Cheques pagados Deuda bancaria
Windwest 74 ($1.770.000) 1 ($8.000) $7.000
Desup 76 ($724.000) 47 ($296.000) $2.146.000
BAE Negocios * 14 ($169.000) 0 $66.000
Infofin 62 ($2.261.000) 14 ($58.000) $147.000
Manfla 61 ($618.000) 35 ($389.000) $10.777.000
Manucorp 94 ($727.000) 71 ($605.000) $566.000
Perio Mundo 78 ($379.000) 49 ($260.000) $9.590.000
Ultrakem 67 ($1.699.000) 59 ($1.596.000) $4.000
Comunidad Virtual 491 ($3.801.000) 341 ($2.567.000) $5.434.000
Soluciones Logísticas 78 ($1.255.000) 55 ($1.024.000) $5.317.000
Balkbrug 22 ($566.000) 13 ($248.000) $8.738.000
Milke 127 ($1.742.000) 78 ($977.000) $799.000
Total: 1.244 ($15.610.000) 763 ($8.028.000) $43.591.000
Cheques impagos: 481, por $7.582.000.
*Hasta 2009, cuando vendió el diario BAE al Grupo Olmos.
Fuente: elaboración propia, en base a datos del Banco Central (BCRA), junio 2012.
Cheques a mayo y deudas a marzo de 2013
Empresa Cheques rechazados Cheques pagados Deuda bancaria
Windwest 73 ($1.765.000) 0 0
Desup 30 ($241.000) 9 ($22.000) $4.104.000
BAE Negocios * 13 ($89.000) 0 $66.000
Infofin 136 ($3.489.000) 77 ($1.212.000) 0
Manfla 28 ($233.000) 14 ($83.000) $8.901.000
Manucorp 37 ($199.000) 15 ($89.000) $792.000
Perio Mundo 35 ($132.000) 9 ($18.000) $18.314.000
Ultrakem 14 ($164.000) 4 ($77.000) $196.000
Comunidad Virtual 175 ($1.776.000) 38 ($331.000) $11.710.000
Soluciones Logísticas 43 ($636.000) 20 ($391.000) $3.751.000
Balkbrug 21 ($1.060.000) 1 ($350) $8.371.000
Milke 48 ($846.000) 12 ($113.000) N/D
Poligráfica del Plata 55 ($1.966.000) 11 ($394.000) N/D
Total: 708 ($12.596.000) 210 ($2.730.000) $56.205.000
Cheques impagos: 498, por $9.866.000.
*Hasta 2009 correspondían a Szpolski, cuando vendió el diario BAE al Grupo Olmos.
Fuente: elaboración propia, en base a datos del Banco Central (BCRA), junio 2013.
Cheques y deudas a noviembre de 2014
Empresa Cheques rechazados Cheques pagados Deuda bancaria
Windwest 22 ($210.000) 0 0
Desup 23 (200.000) 19 ($145.000) $6.009.000
Infofin 59 ($2.276.000) 0 0
Manfla 53 ($3.336.000) 42 ($2.794.000) $4.368.000
Manucorp 74 ($1.511.000) 25 ($729.000) $1.395.000
Perio Mundo 38 ($3.239.000) 2 ($274.000) $15.104.000
Ultrakem 22 ($1.171.000) 11 ($1.064.000) $347.000
Comunidad Virtual 154 ($2.947.000) 25 ($913.000) $20.215.000
Soluciones Logísticas 128 (3.730.000) 69 ($2.337.000) $3.782.000
Balkbrug 142 ($5.615.000) 101 ($4.033.000) $18.861.000
Milke 132 ($3.993.000) 63 ($2.800.000) $583.000
Poligráfica del Plata 78 ($2.707.000) 4 ($126.000) $464.000
Total: 925 ($30.935.000) 361 ($15.215.000) $71.128.000
Total:
Cheques impagos: 564, por $15.720.000.
* A mediados de 2014 se desprendió de Infofin y hacia fin de año vendió Manucorp y Periomundo.
Fuente: elaboración propia, en base a datos del Banco Central (BCRA), noviembre 2014.
Sin aportes previsionales
Además de no pagar cientos de cheques que emitió, el Grupo Veintitrés tampoco pagó los aportes de la seguridad social de gran parte de sus periodistas y empleados. El 7 de agosto de 2009, el entonces gerente de Recursos Humanos, Pedro Barragán, le envió un e-mail a Juan José Gallea y a Sergio Szpolski, pidiéndole respuesta ante esta situación.
-Son incesantes los llamados y reclamos del personal, solicitando precisiones ante los envíos del detalle analítico por parte del ANSES, informando a cada trabajador sobre la falta de aportes y contribuciones destinados a la seguridad social. Tranquilizamos al personal, respondiendo que ANSES, en su proceso y por la burocracia administrativa no se encuentra al día con los registros y en el mejor de los casos respondemos que a veces las empresas se acogen a moratorias que no son contabilizadas y registradas en tiempo y forma. No obstante tales apreciaciones, varios delegados titulares, ejemplo Analía Farjat, Carmelo Capasso, etc, continúan con sus inquietudes, pretendiendo oficializar los reclamos ante Sergio Szpolski.
Szpolski le contestó, también vía correo electrónico, tres días después:
-La respuesta oficial es: el decreto de la Presidenta incluye un canje de la deuda por publicidad de todas las deudas al 30 de junio. A todos los que llamen se les debe dar esa respuesta. No hacer ningún comunicado escrito al respecto.
La decisión era no pagar aportes previsionales ni de la obra social de sus empleados.
Para ver la evasión de los aportes previsionales, hay que ingresar en el sitio Web de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que está en www.afip.gob.ar.
En 2012 era sencillo, porque estaba la solapa “Mis Aportes”, con todos los datos de los aportes previsionales, poniendo el número de CUIL de cada persona.
En 2013 se complicó un poco el acceso a esa información, ya que a partir de entonces hay que ir a “Trámites y Servicios”, ingresar en “Empleados”, de ahí a “Aportes en Línea”, luego a “Accesos” y elige la opción “Ingresar sin clave fiscal a una consulta básica”.
La discusión que se plantea es si esa información forma parte de los datos personales de los empleados, a los que uno no tendría que poder acceder, o si es precisamente esa información la que confirma la metodología de evasión previsional del Grupo Veintitrés.
No es un tema de fácil resolución. Prefiero mantener ocultos los CUIT y CUIL de los empleados que no son jerárquicos y brindar acá los de sus principales directivos, ya que lo mejor sería que usted pudiera ingresar al sitio Web de la AFIP y ver cómo las empresas de Szpolski y Garfunkel no hacen los aportes de la seguridad social.
Empecemos por Sergio Szpolski, que figura como empleado de la empresa Milke. Su CUIL es el N° 23-17977389-9 y en junio de 2013 tenía impagos sus aportes de seguridad social, los aportes de obra social –excepto dos meses- y la contribución patronal de obra social –con pago parcial en dos meses-.
El 4 de noviembre de 2014 volví a ingresar y, otra vez, a Szpolski le habían presentado la declaración jurada de aportes, pero no le habían pagado nada de la seguridad social en todos los meses que figuraban ahí, entre octubre de 2013 y septiembre de 2014.
Al 30 de julio de 2015, Szpolski figuraba con dos empleadores, de los cuales uno no le había presentado la declaración jurada, entre julio de 2014 y abril de 2015; mientras que sólo la tenía presentada para mayo y junio de 2015, fechas en que no pagó los aportes de la seguridad social. Y el otro empleador le había presentado la declaración jurada, excepto en mayo y junio de 2015, aunque tenía impagos todos los aportes de la seguridad social. Esto significa que Szpolski cambió de empleador en el mes de mayo de 2015, aunque sigue con la misma práctica de evadir los aportes previsionales.
Podemos seguir con Cynthia Ottaviano, que era jefa de investigaciones de Tiempo Argentino, hasta que la designaron como defensora del Público de la Comunicación Audiovisual. Después están su esposo, Roberto Caballero, director fundador de Tiempo Argentino; Eduardo Anguita, director de Miradas al Sur; Gustavo Díaz Yanotti, gerente de Circulación de Grupo Veintitrés; y el director de la revista Veintitrés, Jorge Cicuttin, que si bien ya no pertenece a Szpolski, la deuda se contrajo en el período en que pertenecía al Grupo Veintitrés.
Hay muchos más empleados del grupo, a cuyos aportes se podría acceder para ver que es una metodología similar en todos los casos, pero alcanza con los datos de periodistas y empleados jerárquicos del grupo, que son de interés público, para no invadir la intimidad de los empleados.
Esta situación la denuncié primero en diario Clarín, cuando publiqué una nota titulada “Detectan evasión previsional del grupo Szpolski-Garfunkel”, el 13 de abril de 2012 www.clarin.com/sociedad/Detectan-evasion-previsional-grupo-Szpolski-Garfunkel_0_681531957.html
Allí informé que en la página Web de la AFIP, al poner el CUIL de Szpolski, quien trabajaba como empleado de la empresa Milke, surgía que tenía “impagos todos sus aportes de seguridad social de al menos el último año, los de la obra social de seis meses y otros cinco de la contribución patronal de obra social –en uno tenía un pago parcial-”.
Pese al impacto que produjo esa información, la situación no se modificó. Volví a ingresar al sitio Web de la AFIP el 5 y 6 de junio de 2013 y la situación de Szpolski había empeorado, ya que Milke había vuelto a presentar su declaración jurada, pero tenía impagos sus “aportes de seguridad social”, entre mayo de 2012 y abril de 2013, meses en los cuales tampoco tenía hechos los “aportes de obra social” –excepto en dos meses-, ni la “contribución patronal de obra social” –con pago parcial en los mismos dos meses-.
Una vez que obtuve los números de CUIL de Szpolski y de varios periodistas del grupo, sorprendió que en todos esos casos se repitiera el mismo esquema de evasión tributaria de los aportes y las contribuciones de la seguridad social.
El caso más evidente era el de Ottaviano, que tenía dos trabajos en relación de dependencia: uno en Radio Nacional, donde le realizaban todos sus aportes mensuales; y otro en Tiempo Argentino, donde tenía “impagos” todos los “aportes de seguridad social”, entre octubre de 2011 y septiembre de 2012, que son los que figuraban en la AFIP cuando publiqué la nota “Szpolski no paga los aportes de la candidata a Defensora del Público”, el 19 de octubre de 2012.
El Grupo Veintitrés tampoco le pagó a Ottaviano varios meses de los “aportes de obra social” y de la “contribución patronal de obra social”, pese a que le retenían los aportes para ser depositados y que habían presentado sus declaraciones juradas como si los hubieran pagado.
La situación de Szpolski en Grupo Veintitrés es cuanto menos extraña, ya que figura como empleado de Milke en la AFIP, pero a principios de 2011 le vendió a Garfunkel la mitad del grupo en US$ 12,5 millones, y las sociedades anónimas que lo componen siguen figurando a nombre de personas de su confianza.
Ese dato surgió en el juicio laboral por despido de Barragán, que se tramita desde agosto de 2010, donde el apoderado de Szpolski, Hernan Mariano Frajnd, reconoció que Szpolski “no forma parte de los órganos de administración, dirección” ni “es accionista” de nueve empresas del grupo a las que el ex gerente de Recursos Humanos acusó por su despido. La negación de la titularidad le permitiría a Szpolski no ser condenado por evadir el pago de indemnizaciones e impuestos.
Cuando le pregunté a Szpolski sobre este tema, el 27 de junio de 2014, dijo que estaba entrando en una moratoria de canje de deudas previsionales por publicidad oficial, que había anunciado la Presidenta tres semanas antes, para empresas que no facturasen más de $ 100 millones al año. “No hablamos de grandes medios concentrados, sino de pymes de la información”, había dicho Cristina Kirchner, cuando anunció esa iniciativa.
Es importante destacar que si el Grupo Veintitrés figurase como una sola empresa, no podría acogerse a tal beneficio impositivo, pero al estar inscripto como si fueran varias empresas, sin relación entre sí, tratan de beneficiarse de esta moratoria previsional, que sólo serviría para los actuales empleados del grupo, siempre y cuando la empresa cumpla con todos los pagos a los que se comprometa ante AFIP y ANSES, algo que no es tan probable que ocurra.
Pero además, muchos ex periodistas del Grupo, como Nicolás Wiñazki, Andrea Rodríguez, Ignacio Miri y Diego Rojas, entre otros, no tuvieron los aportes en los años que trabajaron en el grupo de Szpolski y Garfunkel. Lo mismo ocurre con todos los empleados de la imprenta Poligráfica del Plata, a los que tampoco le hicieron los aportes y, al cierre de este libro, iba hacia la quiebra.
¿Todos los empleados que trabajaron antes para medios de Grupo Veintitrés tendrían que reclamar judicialmente sus aportes o algún organismo del Estado debería reclamárselo?
Eduardo Anguita, Ricardo Ragendorfer y Gustavo Díaz Yanotti tenían sus planillas similares en AFIP, cuando ingresé al sitio Web en junio de 2012, lo cual demuestra que era una estrategia de la empresa evadir los aportes de sus empleados.
Un año después, la situación del gerente Díaz Yanotti -representa al grupo en la Comisión Técnica del IVC- era exactamente igual que la de Anguita en 2013. Ragendorfer no tenía presentada su declaración jurada de 2012, pero sí lo habían hecho entre enero y abril de 2013, en los que tenía impagos los aportes de seguridad social –excepto un mes-, pero pagos tres meses de obra social y de contribución patronal de obra social –excepto abril, que tenía impago y pago parcial-.
Roberto Caballero dirigió Tiempo Argentino hasta agosto de 2012, cuando renunció y quedó como columnista, con el cargo de “director fundador” (conduce también el programa Mañana es Hoy, en Radio Nacional). En abril de 2012 tenía presentadas todas sus declaraciones juradas, pero “impagos” todos los “aportes de seguridad social.
Cuando volví a consultar, en noviembre de 2014, Caballero no tenía ningún aporte de seguridad social en los meses que mostraba la AFIP, entre octubre de 2013 y septiembre de 2014; y tenía sólo cuatro meses de aportes de obra social y de contribución patronal de obra social.
Peor le iba a Jorge Cicuttin y Romina Manguel, director de la revista Veintitrés y una de las periodistas más prestigiosas de Grupo Veintitrés, respectivamente, que también tenían presentadas todas sus declaraciones juradas, pero impagos todos sus aportes de seguridad social, así como 19 y 17 meses de aportes a la obra social, respectivamente, y 16 meses en la contribución patronal a la obra social, de mayo de 2011 a abril de 2013.
El último registro de AFIP indica que Cicuttin tenía presentada la declaración jurada, pero no le habían pagado prácticamente nada, entre octubre de 2013 y septiembre de 2014, cuando sólo un mes le habían hecho un “pago parcial” en los aportes de la seguridad social y en la “contribución patronal de la obra social”.
Se supone que el pase de la revista Veintitrés al Grupo Olmos podría permitirle a Cicuttin que le hagan los aportes de la seguridad social. ¿Pero qué ocurrirá con los aportes que no le hicieron hasta esa transferencia?
Parte de esta información, hasta 2013, la publiqué en Clarín el 5 de julio de ese año, aunque resumida y sin incluir los números de CUIL, bajo el título “El grupo Szpolski-Garfunkel en deuda con los aportes a la AFIP” www.clarin.com/sociedad/grupo-Szpolski-Garfunkel-deuda-aportes-AFIP_0_950305095.html
Allí comentaba que el día anterior me había comunicado con el área de prensa de la AFIP, para consultar estos datos; pero que al cierre de esa nota el organismo que dirige Ricardo Echegaray no había respondido. Nunca lo hizo.
Sin embargo, ANSES había publicado diez días antes, el martes 25 de junio, en el diario El Argentino -del mismo grupo, con una circulación de 150.000 ejemplares- un suplemento publicitario de cuatro páginas, donde se informaba sobre los programas de “asistencia previsional”, la “asignación familiar por nacimiento o adopción para trabajadores desempleados”, el sorteo de los créditos del plan “PRO.CRE.AR” y cómo se cobraban los haberes jubilatorios “desde una cuenta sueldo gratuita”.
En la primera página del suplemento aparecía una foto muy grande de la Presidenta, sonriente, abrazando a dos niños, con sus madres a un costado, supuestos beneficiarios del plan PRO.CRE.AR.
Así el Estado publicitaba en un diario que evadía los aportes previsionales de sus empleados; mientras que un diario de similares características, como La Razón –del Grupo Clarín-, no recibía por entonces avisos de publicidad oficial. Pero a los funcionarios eso no les importaba, porque el diario de Szpolski y Garfunkel intentaba generar opinión pública a favor del Gobierno y pretendía descalificar a los medios críticos de la gestión oficial y a los dirigentes opositores.
La evasión de aportes de la seguridad social, que perjudica a los empleados de Grupo Veintitrés, tiene dos metodologías: se presenta la declaración jurada mensual de periodistas a quienes les retienen los aportes, pero luego no se los depositan, y a algunos tampoco les hacen aportes de la obra social. La segunda variante es, después de no haber pagado los aportes previsionales durante varios meses, dejan de presentar la declaración jurada, además de no pagarles ningún aporte previsional ni de la obra social.
En la nota publicada en Clarín, ponía el caso de Eduardo Anguita, director fundador de Miradas al Sur, que en abril de 2012 tenía presentadas las declaraciones juradas de siete meses anteriores, de los cuales en cinco tenía “impagos” los aportes de seguridad social y en dos tenía “pago parcial”, en uno tenía impago el aporte a la obra social y ese mismo mes tenía un “pago parcial” en la contribución patronal de obra social. En cinco meses, la declaración jurada figuraba como “no presentada” y estaban en blanco los casilleros sobre los aportes realizados.
Pese a la denuncia periodística de abril y octubre de 2012, cuando publiqué notas en Clarín, transparentando la operatoria de Szpolski y Garfunkel, la situación de Anguita empeoró. Al 6 de junio de 2013, el grupo había presentado las declaraciones juradas del director de Miradas al Sur, pero tenía “impago” todos los “aportes de seguridad social”, entre mayo de 2012 y abril de 2013. En ese período también tenía “impago” los “aportes de obra social” y un “pago parcial” en cinco meses de la “contribución patronal de obra social”.
Cuando participé del programa de Gustavo Sylvestre en América TV, el 7 de noviembre de 2013, se habló sobre el “apriete” que la AFIP le hizo a Magdalena Ruíz Guiñazú, apenas ella bajó del avión que la traía de los Estados Unidos, donde había participado en la audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para denunciar restricciones a la libertad de expresión en Argentina.
Mientras el zócalo del programa preguntaba “¿Qué pasó con Magdalena?”, dije:
-¿Por qué la AFIP no va al grupo de Szpolski y Garfunkel, donde trabaja Eduardo Anguita? -con él presente en el estudio de televisión-. Publiqué dos notas: en una ponía que habían emitido más de 700 cheques sin fondos, y lo siguen haciendo, por $10 millones, y en el Banco Central tienen categoría 1; es decir, la mejor que uno puede tener. ¿Cómo puede ser que en una empresa que está a nombre de testaferros la AFIP no intervenga?
Y hablándole directamente a Anguita, sostuve que a él no le hacían “los aportes de la obra social y de la seguridad social. No solo a vos, sino a gran parte de los empleados del grupo Szpolski-Garfunkel”; mientras le mandaban dos inspectores de la AFIP a la casa de Magdalena.
El “Gato” Sylvestre, que venía apoyando al Gobierno en esa inspección de la AFIP, se quedó helado. Y sólo atinó a decir: “Eduardo, no sé si querés decir algo”.
Pero Anguita se desentendió, asegurando que él no era “representante legal ni empresario del grupo”.
Lo cual era cierto. Anguita era una víctima del sistema perverso que montaron los dueños del grupo Szpolski-Garfunkel. De todos modos, a Anguita lo habían castigado, ya que en 2013 le levantaron el programa diario que conducía en Radio Nacional, Hoy más que nunca, y lo reemplazaron por un programa semanal; en tanto tuvo que reducir el staff de empleados en Miradas al Sur, que dirige desde su fundación en mayo de 2008.
Si bien el semanario kirchnerista informa en su staff que “es una publicación propiedad de Ultrakem”, en realidad la empresa que lo edita se llama Perio Mundo y su presidente era hasta principios de 2012 Ricardo Pace, un muchacho humilde, “prestanombre”, que cobraba $4.500 mensuales en febrero de 2010 por manejar el auto de la empresa y llevar a las reuniones y a su casa de Tigre a Szpolski, como se consigna en otro capítulo de este libro (Ver “Habla un ex gerente de Grupo Veintitrés”).
Ultrakem no cobró ningún dinero en publicidad oficial. En cambio, Perio Mundo recibió $ 4,4 millones en avisos del Gobierno nacional durante 2011, para Miradas al Sur, de acuerdo con los datos que informó Jefatura de Gabinete. Sin embargo, sus ventas se desplomaron en un 35%: de 17.556 ejemplares vendidos en septiembre de 2011 a 11.492 en el mismo mes de 2012, según el Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), al que está abonado el semanario kirchnerista. El dinero que recibió Miradas al Sur en ese período implicó que el Gobierno le diera un subsidio estimado en $5,7 por cada ejemplar vendido; es decir, dos tercios del precio de tapa, que era de $8,9.
Pese a ello, las condiciones de trabajo se fueron deteriorando cada vez más en el semanario dominical y a fines de 2012 se desató una crisis, que fue simultánea con la salida de Anguita del programa diario que tenía en Radio Nacional y su reemplazo por otro programa que sale una vez por semana.
Es que en mayo de 2012 tuvo una fuerte discusión al aire en ese programa con Beatriz Paglieri, la secretaria de Comercio Exterior, cuando la funcionaria estaba de viaje en Angola, en la delegación que encabezaban la Presidenta y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Esa polémica, casi a los gritos, donde la funcionaria lo acusó de “transmitir información que le hace mal al país”, por preguntar sobre la fuga de capitales, terminó de sellar el destino de Anguita.
Pero Anguita en 2010 hizo una defensa de los negocios de Szpolski, usando el recurso de invocar la relación del Grupo Clarín y sus periodistas con la última dictadura militar, para acusarme a mí, indirectamente, porque yo había escrito una nota sobre la plata que le daban en publicidad oficial al diario Buenos Aires Económico (BAE), que pocos días antes había vendido Szpolski al Grupo Olmos.
Pero, ¿cuál era la información que tanto molestó a la dupla Anguita-Szpolski? Dos días antes de la nota con la que intentó difamarme Anguita, yo había publicado una nota en Clarín, bajo el título: “El Gobierno alteró cifras de la pauta publicitaria oficial”. Y el copete agregaba: “Las modificaciones se hicieron sobre los datos del primer semestre de 2010” www.clarin.com/sociedad/Gobierno-altero-cifras-publicitaria-oficial_0_370762950.html
En la nota contaba que la Jefatura de Gabinete, a cargo de Aníbal Fernández, cambió las planillas que había difundido a principios de septiembre de ese año, relativas al gasto en publicidad oficial, durante el primer semestre del año, por otras que tenían diferentes datos.
Y continuaba informando que, en su evolución anual, BAE pasó de recibir $ 1,18 millón en 2006, -cuando era de Daniel Hadad-, a $ 4,7 millones en 2008 -en manos de Szpolski- y $ 11 millones en el primer semestre de 2010.
El diario BAE recibía más ingresos en publicidad oficial que por la venta de sus ejemplares. Los lectores pagaban $ 3 cada ejemplar, mientras el Gobierno pagaba $ 40 en publicidad oficial por cada diario que vendía BAE durante el primer semestre de ese año, según la anterior planilla oficial, o habría pagado $ 16 por ejemplar según la nueva planilla. Era una diferencia importante, aunque de cualquier modo revelaba la discrecionalidad con la que el Gobierno asignaba la publicidad oficial.
Esa información, que solo mereció la crítica de Anguita, relacionándola con la dictadura militar y la referencia a distintas razones sociales de BAE y BAE Negocios, fue confirmada al domingo siguiente, cuando en otra nota hablé de la denuncia de la radio comunitaria FM La Tribu, cuyo director sostuvo que en la primera planilla que había difundido el Gobierno figuraba que les habían dado $1,47 millón en publicidad oficial, que nunca les habían entregado www.clarin.com/politica/cuestionamientos-reparto-publicidad-oficial_0_376162462.html.
En esa nota recordaba que el caso de BAE fue uno de los que más llamó la atención, ya que en la primera planilla, donde todos los medios figuraban por el nombre del medio de comunicación, el diario BAE aparecía con una pauta de $ 11 millones, mientras que en la planilla nueva, donde los medios aparecieron bajo su razón social, BAE Negocios figuraba con $ 4,7 millones.
Hay que relacionar el crecimiento de Grupo Veintitrés con la publicidad oficial que recibió, ya que algo similar ocurrió con los otros medios gráficos de Szpolski incluidos en la sociedad anónima ASTE/VERE, que pasaron de recibir $1,73 millón en 2006 a $13,46 millones en 2008. Esta empresa fue la que tuvo el mayor crecimiento de todos los medios analizados por la Asociación por ADC, entre 2006 y 2008, con un 680 % de incremento.
Los datos de publicidad oficial, desde 2009, están en el sitio Web de la Jefatura de Gabinete (www.jgm.gov.ar). Hay que ir abajo a la derecha, a la solapa “Información Pública” y clickear en “Campañas institucionales de publicidad”. Donde dice “Fondos públicos destinados a la difusión de actos de gobierno”, hay que ir a la fecha que uno prefiera –están por semestre- y clickear en “Detallado por proveedor y rubro. Monto con IVA incluido”.
Como la información está ordenada por “Razón social”, para contabilizar cuánto dinero le dio el Gobierno al Grupo Veintitrés hay que sumar todas las empresas que formaban parte de Grupo Veintitrés y que recibían pauta oficial: Balkbrug, Comunidad Virtual, Desup, Infofin, Manucorp, Milke, Perio Mundo, Radiodifusora Buenos Aires, Soluciones Logísticas y Vorterix; aunque Infofin, Comunidad Virtual y Perio Mundo dejaron de pertenecer en 2014 al grupo de Szpolski-Garfunkel.
Esas planillas informan cuánto le dieron a las empresas de Veintitrés y en qué segmento actúa cada una, de modo que Balkbrug figura en “Gráfica”, Desup en “Radio”, Soluciones Logística en “Cable” y “Gráfica”, etc.
En el sitio Web de Jefatura de Gabinete figura sólo el dinero que gastó el Gobierno en los medios desde 2009. Para acceder a información anterior hay que pedirla en Poder Ciudadano (Piedras 547) y en la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), Avenida Córdoba 795 8° piso.