“El kirchnerismo aprovecha una herida de la sociedad”, dijo Fontevecchia uno de los periodistas más influyentes según la muestra de MdM
El CEO de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, uno de los 40 periodistas que forman parte de la muestra De Walsh a Lanata, 40 años de periodismo argentino en Margen del Mundo, fue entrevistado por el periodista Luis Majul para el programa Un mundo con periodistas y que Perfil.com reproduce. (Ver video)
Creo que el kirchnerismo aprovecha una herida de la sociedad. La grieta no es de ahora. Es nuestro gran problema para resolver y presumo que viene de antes de los setenta; lo que hizo este Gobierno fue aprovecharlo, usarlo en su beneficio e irresponsablement, promoverlo.
A su vez analizó: Primero Menem y después Kirchner, en una escala totalmente distinta, dijeron que la manera de vencer al periodismo era corromperlo desde adentro, como un cáncer, infiltrarlo y desde adentro hacerle perder su credibilidad, confundir a la población respecto de qué es el periodismo, confundir a veces a muchos periodistas.
Durante la entrevista Fontevecchia, relató sus inicios en el periodismo y recordó su cautiverio durante la dictadura militar: Cuando me llevan a (el centro de detención) El Olimpo, publicábamos cosas verdaderamente intrascendentes, alcancé a percibir ese quiebre que bien lo refleja la palabra ‘grieta’ pero que no es del kirchnerismo, viene de antes.
Me fui haciendo periodista por ósmosis. Tuve suerte de tener grandes maestros que hoy ya no hay en la industria, consideró Fontevecchia, elegido, en una encuesta encargada por Margen del Mundo en la que respondieron 700 periodistas y 1200 ciudadanos, como uno de los periodistas más influyentes de los últimos 40 años.
Lo principal para ser un buen periodista es que te interese conocer, que tenga una curiosidad por tratar de entender por qué pasa lo que pasa, indicó.
Los periodistas construimos sentido, es decir hacer cultura de la cual la política es una consecuencia. Yo creo que la cultura del exceso es una característica argentina, sostuvo, a la vez que admitió dos de sus características: “Mi peor defecto es la omnipotencia; mi virtud, la voluntad”.